En un audaz intento, alrededor de 400 migrantes lograron sortear las medidas de seguridad y atravesar el muro fronterizo entre Ciudad Juárez, México, y El Paso, Estados Unidos. Aprovechando un punto débil en la alambrada y enfrentándose a la Guardia Nacional estadounidense, el grupo consiguió ingresar a territorio estadounidense, donde fueron interceptados por el departamento de Migración de Estados Unidos para su procesamiento.
El episodio se desarrolló cerca de la puerta 40, en las cercanías del cruce internacional Zaragoza-Ysleta, donde la vigilancia es más laxa y la presencia de alambre de navajas es mínima. Eric Raúl Díaz Aguilar, uno de los migrantes, compartió su experiencia, destacando la dureza del trayecto y su espera por una oportunidad para cruzar. Aunque él no logró unirse al grupo de 400, describió la presión ejercida por las autoridades mexicanas para disuadir el intento de ingreso.
Estos incidentes han motivado un refuerzo en las medidas de seguridad por parte de la Guardia Nacional, especialmente en puntos críticos como el marcador 36, donde se han instalado más cercas de malla y alambre de navajas para disuadir futuros intentos de ingreso forzado.
Por otro lado, relatos como el de Luis Hernández Zaldaña, un migrante ecuatoriano, ilustran los desafíos que enfrentan aquellos que buscan cruzar la frontera. Zaldaña describió un viaje de tres meses desde Ecuador, atravesando la selva del Darien y enfrentando múltiples obstáculos antes de ser obligado a regresar a México por la Guardia Nacional de Texas.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno mexicano por contener la migración irregular, el aumento del 77% en este tipo de migración en 2023 ha generado tensiones en la frontera. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha reportado una disminución del 55% en los encuentros diarios de migrantes en la frontera con Estados Unidos desde diciembre hasta marzo, pero los desafíos persisten en este complejo escenario migratorio.