Demi Moore no podía ocultar su asombro cuando subió al escenario de los Globos de Oro este domingo. “Estoy en shock, llevo más de 45 años en esto y, por fin, me llevo algo como actriz”, dijo con emoción tras recibir el galardón a Mejor Actriz de Película Musical o de Comedia en la 82ª edición de los Globos de Oro.
La actriz se lo llevó por su interpretación de Elizabeth Sparkle, una estrella televisiva en caída libre en The Substance, una película cruda y satírica que habla del culto a la juventud y la belleza. “Es una historia sobre la violencia que nosotras, las mujeres, nos infringimos a nosotras mismas”, comentó Moore en uno de los discursos más emotivos de la noche.
Este premio es mucho más que un trofeo para Demi Moore, quien en su día fue una de las actrices mejor pagadas de Hollywood, pero que hacía tiempo no encontraba roles significativos. Su actuación en The Substance la ha catapultado de nuevo al centro de la industria, abriendo la puerta a posibles nominaciones para los Oscar que se anunciarán el próximo 17 de enero.
“Pensé que ya lo había dado todo”
En su emotivo discurso, Moore recordó un comentario que un productor le hizo hace años: “Hace 30 años, me dijeron que era una actriz de ‘palomitas de maíz’, lo que significaba que era buena para hacer películas taquilleras, pero que no tenía lo necesario para ser reconocida por mi talento”, reveló. “Eso me marcó y llegué a pensar que ya no tenía nada más que ofrecer”.
La actriz confesó que se sintió perdida hasta que la directora francesa Coralie Fargeat le envió el guion de The Substance. “Fue como un renacimiento para mí. Este guion mágico me dijo: ‘Aún no has acabado'”, dijo con gratitud.
Un mensaje de plenitud y autoaceptación.
Antes de terminar su discurso, Moore dejó un mensaje claro: “Cuando pienses que no eres lo suficientemente inteligente, bonita o exitosa, recuerda que tu valor no se mide por estándares ajenos”, dijo. “Hoy celebro este premio como una señal de que aún pertenezco y de que el amor y la pasión por lo que hago me siguen impulsando”, cerró.
De la gloria a la caída… y al renacer.
La historia de Demi Moore es un claro ejemplo de perseverancia. Desde que dejó su hogar a los 16 años para empezar de recepcionista en Los Ángeles, hasta que consiguió su primer papel en 1981, su carrera no fue fácil. Pero en 1985, “St. Elmo, punto de encuentro” la catapultó a la fama, y “Ghost. Más allá del amor” en 1990 la convirtió en una de las estrellas más grandes de su generación.
En los 90, Moore no solo era una de las actrices más solicitadas, sino también la mejor pagada. Con papeles como el de Molly Jensen en Ghost o en Striptease, desafió las normas, convirtiéndose en una pionera para muchas mujeres en Hollywood.
Sin embargo, después vinieron fracasos de taquilla y su nombre se comenzó a asociar más a sus relaciones personales que a su carrera profesional. Por años, Moore estuvo al margen de la industria, hasta que llegó The Substance, que marcó su regreso triunfal.
Hoy, con este Globo de Oro en sus manos, se posiciona como una de las favoritas para los Oscar 2025. ¡Una verdadera segunda oportunidad en toda regla! 🎬