Islandia se sume en una tensa situación luego de declarar el estado de emergencia y urgir a los residentes de Grindavík, una ciudad costera, a evacuar ante una serie de sismos intensos en el suroeste del país, vinculados a una amenaza inminente de erupción volcánica.
La Oficina Meteorológica de Islandia reportó cerca de 800 sismos entre la medianoche y las 02:00 p.m. del viernes, algunos de ellos a una profundidad superficial de entre 3 y 3,5 kilómetros. La Agencia de Protección Civil advirtió sobre la formación de un túnel de magma que podría llegar a Grindavík, aunque aún no se sabe con certeza si el magma emergirá a la superficie y en qué lugar.
A pesar de la incertidumbre, las autoridades instaron a la evacuación calmada de la población, subrayando que no existe un peligro inminente. La Agencia de Protección Civil aclaró que, aunque la situación es única para Islandia, la evacuación no es de emergencia y hay tiempo suficiente para prepararse y abandonar la ciudad de manera segura.
La embajada de EE.UU. en Islandia emitió una alerta volcánica, destacando el aumento de signos de actividad volcánica. En caso de erupción, se aconseja seguir las instrucciones de las autoridades islandesas debido a los riesgos potenciales como lava, gases tóxicos y humo denso.
La mundialmente famosa piscina termal, la Laguna Azul, ya ha cerrado sus puertas debido a la actividad sísmica en curso. Desde el año 2021, Islandia ha experimentado una erupción casi anual, y la última ocurrió en julio al sur de Reikiavik, la capital del país. La nación islandesa, asentada sobre un límite de placas tectónicas en constante separación, enfrenta una realidad geodinámica única con 32 volcanes activos.