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Las autoridades en Islandia han declarado una situación de emergencia después de una serie de sismos cerca de Grindavik, en el suroeste de la península de Reykjanes, y han advertido sobre la posibilidad de una erupción volcánica. Como medida preventiva, se ha ordenado la evacuación de la ciudad de Grindavik, situada a 50 kilómetros de la capital, Reikiavik.
El servicio meteorológico de Islandia informó que, en este momento, no es posible determinar con exactitud si el magma podría alcanzar la superficie y dónde. Hay indicios de que una cantidad considerable de magma se está desplazando en un área que se extiende desde Sundhnjúkagígar, en el norte, hacia Grindavik. La cantidad de magma involucrada es significativamente mayor a la observada en las mayores intrusiones de magma asociadas a las erupciones del Fagradalsfjall.
Los signos actuales son similares a los de la víspera de la primera erupción de este volcán en 2021 y se asemejan a la actividad sísmica medida aproximadamente un mes antes de esa erupción.
El escenario más probable en este momento es que el magma tarde varios días (en lugar de horas) en llegar a la superficie, según la autoridad meteorológica.
Desde finales de octubre, se han registrado unos 24 mil temblores en la península, y solamente el viernes se midieron alrededor de 800 temblores a unos tres kilómetros al norte de Grindavík, siendo el más fuerte con una magnitud de 5.2. Estos movimientos se sintieron hasta Reikiavik y a lo largo de la costa sur del país.
El jueves, por precaución, la Laguna Azul, un famoso sitio turístico con balnearios geotérmicos cerca de Grindavik, ya había sido cerrada.
Desde 2021, la península de Reykjanes ha experimentado tres erupciones, todas lejos de infraestructuras o áreas pobladas. Islandia alberga 33 sistemas volcánicos activos, el número más alto de Europa.
