Profesores pertenecientes al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) llevaron a cabo una manifestación frente a Palacio Nacional para demandar un salario justo y la dignificación de la profesión magisterial.
Como parte de estas protestas, los docentes realizaron bloqueos en diversas avenidas, incluyendo Pino Suárez, Izazaga, Paseo de la Reforma, Juárez, Balderas y Eje Central, generando cortes en la circulación vehicular que requirieron la intervención de la policía capitalina.
En contraste, la Sección 9 democrática de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se desligó de estas movilizaciones y del paro convocado por un “grupúsculo”. Este grupo intentó sorprender a los maestros, inicialmente sin firmar sus comunicados, y llamó a un “paro de labores”, buscando confrontar al Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación (PAAE). Este personal había recibido un pago retroactivo bajo el concepto “Ajuste para la Medida del Bienestar”, lo que fue interpretado como un término clasista y discriminatorio hacia ellos.
La CNTE, en su comunicado, señaló que este supuesto “paro” no fue convocado por la CNTE ni la Sección 9 Democrática, sino organizado por “grupos de charros desplazados del control corporativo del SNTE”. Estos grupos buscan visibilidad en la coyuntura electoral y aprovechar la situación a su favor.
La CNTE convocó a los representantes de escuela identificados con el Movimiento Democrático Magisterial a una Asamblea de Representantes el 22 de noviembre de 2023. El objetivo es definir acciones para exigir un aumento salarial real, la basificación inmediata de todos los interinos, la abrogación de la Ley ISSSTE del 2007 que impuso las cuentas individuales (AFORES), la cancelación del cálculo de las pensiones en UMAs y la abrogación de la Ley del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (SICAMM), que ha causado estancamiento en el reconocimiento profesional de los docentes.