En un acontecimiento trascendental, Israel y el movimiento Hamas han llegado a un acuerdo que allana el camino para un cese al fuego de cuatro días y la liberación de al menos 50 rehenes en Gaza. El pacto, mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, no solo garantiza la liberación de 150 palestinos, sino que también facilita la entrada de numerosos camiones con ayuda humanitaria a la devastada franja.
El acuerdo estipula una extensión de un día adicional al cese al fuego por cada 10 rehenes liberados adicionales. Se espera que el primer grupo de rehenes, incluyendo mujeres y niños, sea liberado a través del cruce fronterizo de Rafá hacia el territorio egipcio mañana.
El gabinete de emergencia de Israel, formado en respuesta a la ofensiva de Hamas lanzada el 7 de octubre, compuesto por 38 ministros, se reunió durante más de ocho horas y anunció en las primeras horas del miércoles su aceptación del pacto. El primer ministro Benjamin Netanyahu, antes de la votación, advirtió que Israel reanudaría su ofensiva contra Hamas una vez que concluyera el cese al fuego, enfatizando el compromiso de la nación de lograr todos sus objetivos en el conflicto en curso.
Netanyahu aclaró después del anuncio que las operaciones de inteligencia continuarían durante la pausa, permitiendo que el ejército se prepare para las fases siguientes de la guerra. Aseguró que la batalla persistirá hasta que Gaza ya no represente una amenaza para Israel.
El gobierno dio luz verde a los grandes lineamientos de la primera etapa de un acuerdo que garantiza la liberación de al menos 50 personas secuestradas, durante cuatro días de tregua en los combates, según un comunicado oficial.
El gobierno de Israel está comprometido a traer a todos los rehenes a casa, y ya ha aprobado el marco para la primera etapa para lograr este objetivo, añadió el informe.
En una decisión compleja pero considerada correcta, Netanyahu reconoció que aceptar el acuerdo era una elección difícil pero correcta. Aproximadamente 240 personas fueron secuestradas por comandos de Hamas en el sur de Israel, donde mataron a 1,200 personas el mes pasado. Se cree que entre los cautivos hay al menos 10 estadounidenses, dos mexicanos y dos británicos, entre otros extranjeros, así como soldados israelíes.
La noticia generó esperanza y alivio entre los familiares de los cautivos que se han reunido durante semanas en lo que ahora se conoce como la “plaza de los rehenes” en el centro de Tel Aviv, exigiendo la liberación inmediata de sus seres queridos. Algunas protestas incluso exigieron la renuncia de Netanyahu, acusándolo de priorizar los ataques aéreos en Gaza sobre la liberación de los secuestrados.
Netanyahu afirmó que el presidente estadounidense, Joe Biden, contribuyó a mejorar la propuesta al incluir a más rehenes a un menor costo.
Horas antes, Biden anticipó: “Estamos ahora muy, muy cerca. Pero no quiero entrar en detalles, porque nada está hecho hasta que se hace”.
Hamas indicó que se liberarán 150 prisioneros palestinos en las cárceles israelíes, celebró el acuerdo de cese al fuego humanitario y afirmó que sus disposiciones se formularon de acuerdo con la visión de la resistencia. Sin embargo, se mostraron desafiantes, confirmando que sus dedos seguirán en los gatillos y que sus batallones triunfantes permanecerán alerta.
El pacto también implica la entrada de cientos de camiones con ayuda humanitaria, suministros médicos y combustible a todas partes de Gaza, según lo establecido en el comunicado.
Este desarrollo se presenta como un respiro para los 2.3 millones de habitantes de la franja, que también ha estado bajo un asedio total por parte de Israel, bloqueando suministros esenciales de alimentos, agua y electricidad.
Las Naciones Unidas, junto con otras organizaciones internacionales, habían estado abogando por un cese al fuego por razones humanitarias desde hace semanas. Se estima que la guerra ha desplazado a casi 1.7 millones de habitantes.
En este contexto, alrededor de 300 manifestantes en la Ciudad de México exigieron la liberación de 39 niños secuestrados por el grupo extremista palestino Hamas. La protesta tuvo lugar frente a las oficinas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), convocada por la embajada de Israel. Los manifestantes pidieron la intervención del organismo internacional para poner fin al cautiverio de los menores.