En un dramático episodio, el Golfo de México se ve sacudido por una fuga de crudo que bloquea diariamente 61,165 barriles de producción, afectando a importantes productores de petróleo, entre ellos W&T Energy VI, Petróleo Occidental, Walter Oil and Gas, Cantium, Arena Offshore y Talos Energy Ventures. La crisis se desató cuando el oleoducto submarino de Third Coast Infrastructure, operado por Main Pass Oil Gathering Co (MPOG), fue cerrado tras la detección de petróleo crudo a unos 30 kilómetros de la costa del Delta del río Mississippi, cerca de Plaquemines, al sureste de Nueva Orleans.
Aunque se desconoce la cantidad exacta de petróleo vertido, la Guardia Costera lidera los esfuerzos de limpieza, estimando inicialmente la fuga en 1.1 millones de galones, equivalente a 26,190 barriles de crudo. La incertidumbre sobre la responsabilidad del derrame persiste, ya que las autoridades no han determinado si Third Coast es el responsable mientras prosiguen los esfuerzos para recuperar el petróleo y se realizan inspecciones submarinas para identificar la fuente de la fuga.
A pesar de la magnitud del incidente, hasta el momento no se han reportado heridos ni impactos en la costa, y las autoridades aseguran que la vía fluvial sigue abierta para todo el tráfico de embarcaciones comerciales y recreativas. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos coordina con 15 entidades federales para responder al incidente de contaminación por petróleo, mientras la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte investiga la causa de la fuga. La preocupación por las posibles consecuencias ambientales y económicas mantiene en vilo a la región del Golfo y a la industria petrolera.