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Una estatua del papa Juan Pablo II, erigida en Atizapán, Estado de México, fue objeto de vandalismo durante el fin de semana, dejando consternada a la comunidad. Residentes de las colonias Tepalcapa y San Juan Ixtacala reportaron el incidente, indicando que los perpetradores no solo causaron daños, sino que también sustrajeron la figura de una niña de más de un metro de altura que formaba parte de la escultura.
El ataque vandálico ha generado indignación entre los residentes locales, quienes han expresado su repudio a través de las redes sociales. Las imágenes compartidas en Facebook muestran la estatua mutilada, evidenciando el irrespeto hacia un símbolo que tiene significado para la comunidad.
Las autoridades locales han tomado conocimiento del incidente y se espera que se lleve a cabo una investigación para identificar a los responsables. Este acto de vandalismo no solo representa una afrenta a la figura de Juan Pablo II, sino que también plantea interrogantes sobre la seguridad y la preservación del patrimonio en espacios públicos.
La estatua, que anteriormente era un punto de encuentro y reflexión para los habitantes de Atizapán, ahora se erige como testigo de un acto de destrucción que requiere una pronta respuesta de las autoridades y un llamado a la comunidad para preservar el respeto hacia los símbolos compartidos.
