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Las esperanzas de alcanzar un cese al fuego entre Israel y Hamas sufren un revés significativo, ya que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordena repentinamente a los negociadores de inteligencia abandonar Qatar. El país del Golfo desempeñó un papel crucial en el reciente acuerdo que liberó a más de 100 rehenes y estableció una tregua de una semana, la cual llegó a su abrupto fin con la reanudación de intensos ataques aéreos sobre Gaza y cohetes dirigidos a Israel.
Un comunicado del Mossad, la agencia de inteligencia israelí, señaló que Hamas no cumplió con su parte del acuerdo, que incluía la liberación de todos los niños y mujeres según una lista proporcionada y aprobada por ellos.
Hamas respondió acusando a las autoridades israelíes de tomar una decisión premeditada para reiniciar la agresión. Aunque las negociaciones en Qatar para extender la pausa humanitaria en Gaza han llegado a un punto muerto, algunos sugieren que la decisión de Netanyahu podría ser una táctica negociadora.
En medio de este estancamiento, Israel continuó su devastadora campaña de bombardeos sobre Gaza, enfocándose especialmente en la ciudad sureña de Jan Yunis. La violencia ha dejado al menos 240 muertos y 650 heridos en las últimas 48 horas, según el Ministerio de Salud de Gaza.
En respuesta, residentes de poblados palestinos cercanos recibieron la orden de evacuar sus hogares, sugiriendo la posibilidad de una invasión terrestre en el sur de Gaza. Mientras tanto, en la frontera norte de Israel con Líbano, las escaramuzas con misiles continúan por segundo día.
La presión internacional se intensifica sobre Netanyahu para limitar las bajas civiles y buscar un cese al fuego. La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, advirtió a Egipto que Estados Unidos no permitirá la reubicación forzada de palestinos ni la redefinición de fronteras en Gaza. Además, el presidente francés, Emmanuel Macron, expresó su profunda preocupación por la violencia en la región.
Mientras la atención se centra en las negociaciones y la escalada de violencia, miles de personas se congregaron en Tel Aviv en apoyo a las familias de los 137 rehenes que aún permanecen en Gaza, exigiendo su liberación inmediata. La tensión en Medio Oriente alcanza niveles críticos mientras la comunidad internacional busca una solución a la crisis.
