Durante la reciente Feria Internacional del Libro (FIL) en Guadalajara, la periodista Anabel Hernández presentó su obra “Las Señoras del Narco: Amar en el Infierno”, en la que reiteró sus acusaciones contra una famosa conductora de Televisa por presunto lavado de dinero relacionado con Arturo Beltrán Leyva.

La figura televisiva, señalada como cómplice en actividades ilícitas, habría utilizado varias propiedades para llevar a cabo transacciones financieras en nombre del capo fallecido en 2009. Gracias a su prominente posición en la televisión mexicana, la conductora no solo habría participado en actividades financieras ilegales, sino que también mantuvo una relación amorosa con el narcotraficante y recibía una mensualidad de más de 200 mil dólares.
Anabel Hernández, reconocida por sus investigaciones en el ámbito del narcotráfico, sostiene que esta conductora, identificada como Galilea Montijo, no solo fungía como compañera sentimental de Beltrán Leyva, sino que también desempeñaba un papel crucial en el lavado de dinero a través de la adquisición de propiedades a su nombre.
La periodista enfatiza la tendencia de los cárteles a legitimarse a través de personas con estatus social reconocido, como en el caso de Galilea Montijo. La conductora, según Hernández, recibió millones de dólares para adquirir propiedades, contribuyendo así a las actividades ilícitas del narcotraficante.
La investigación de Anabel Hernández, que implica a Celeste, la esposa de Arturo Beltrán Leyva, revela la obsesión del capo por “coleccionar” artistas, utilizando su supuesta relación con Galilea Montijo como ejemplo. La periodista afirma que el narcotraficante pagaba sumas significativas a la conductora mensualmente como parte de esta relación.

Esta no es la primera vez que Hernández vincula a figuras del espectáculo con el narcotráfico. En sus obras anteriores, menciona a otras artistas, como Alicia Machado, Ninel Conde, Arleth Terán, Karla Luna, Karla Panini y Lili Brillanti, sugiriendo conexiones con el mundo del crimen organizado.
Estas revelaciones generan un escándalo en el mundo del entretenimiento, destacando la compleja intersección entre la farándula y el crimen organizado, según las investigaciones de la periodista mexicana.