El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, convocó a la resistencia nacional ante la escalada del conflicto por el Esequibo. En respuesta al respaldo estadounidense a la soberanía de Guyana y a los anuncios de ejercicios militares en la región, Maduro instó al pueblo a mantener la máxima moral y unión, denunciando públicamente la influencia de ExxonMobil y el imperio gringo.

Desde la casona cultural Aquiles Nazoa en el estado de Miranda, Maduro dirigió un llamado especialmente a la juventud, destacando que la Guayana Esequiba les pertenece. El mandatario presentó el martes pasado un mapa con la región ya anexionada al territorio venezolano, reafirmando su compromiso con la defensa del territorio.
Maduro anunció la aprobación de un proyecto para construir 120 viviendas en San Martín de Turumbán, cerca del río Cuyuní, destinadas al pueblo esequibano-venezolano. Acusó al imperio norteamericano, los restos del imperio británico y la derecha de intentar despojar a Venezuela de su tierra, señalando al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, por su discurso contra el país.
En respuesta al respaldo de Estados Unidos a la resolución pacífica, Maduro recordó el referendo celebrado para respaldar el reclamo sobre el Esequibo, un territorio rico en petróleo. Propuso una ley para crear una provincia en la zona disputada y ordenó a la estatal PDVSA otorgar licencias para la extracción de crudo.
En paralelo, la embajada estadounidense en Georgetown informó sobre operaciones de vuelo en colaboración con la Fuerza de Defensa de Guyana. El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, rechazó esta provocación, calificándola como un paso en la dirección incorrecta. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su creciente preocupación en una cumbre del Mercosur en Río de Janeiro, abogando por la mediación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en la disputa, y descartando la necesidad de una guerra en América del Sur.