En medio de condiciones climáticas adversas, miles de migrantes provenientes de Centroamérica, África y Asia se encuentran varados en el desierto de Sonora, esperando cruzar a territorio estadounidense y obtener asilo humanitario de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). La cerradura de la garita aduanal entre Sonoyta, Sonora, y Lukeville, Arizona, ha generado un aumento significativo en el flujo de indocumentados en los últimos días.
La llegada del frente frío número 15 a la región pronostica temperaturas bajo cero, empeorando la situación de los migrantes. Protección Civil estatal advierte sobre el descenso de las temperaturas y ráfagas de viento que complicarán aún más la situación precaria en la que se encuentran.
Desde el cierre de la garita de Lukeville el 4 de diciembre, la CBP ha procesado a más de 7 mil indocumentados, con cerca de mil 800 extranjeros que han cruzado hasta la fecha. El traslado de mujeres y niños a tempranas horas, cuando las temperaturas son más extremas, evidencia las difíciles condiciones a las que se enfrentan.
La franja divisoria entre México y Estados Unidos refleja las diferencias notables en la vigilancia, con la zona norte controlada por las fuerzas de seguridad y la zona sur desolada, ya que los migrantes buscan refugio en casas de seguridad en Sonoyta. Se observan fogatas y basura cerca del muro, junto con credenciales desechadas para evitar la identificación.
Los traficantes de personas ofrecen diversos paquetes de viaje, con tarifas que oscilan entre 500 y 5 mil dólares. El servicio más costoso implica encontrar visas similares a la persona en cuestión, permitiéndoles intentar cruzar con documentos ajenos.
Luis Enrique Valdez Reyes, alcalde de Sonoyta, considera atípica la situación actual en la frontera, destacando la cantidad inusual de personas que cruzan diariamente. Se plantea la posibilidad de cerrar las garitas de San Luis Río Colorado 1 y 2 en los próximos días si no se logra frenar la migración por parte del gobierno mexicano, lo que podría tener repercusiones económicas en la región.
La desesperación y el desafío de las condiciones climáticas extremas ponen de manifiesto la crisis humanitaria en la frontera, dejando a los migrantes atrapados entre la búsqueda de asilo y las dificultades del cruce fronterizo.