Estados Unidos expresó duras críticas a la actuación de Israel en la guerra contra Hamas, instándolo a hacer más para proteger a los civiles afectados por los bombardeos en Gaza. Sin embargo, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos vetó una resolución que buscaba un alto el fuego en el enclave palestino.
La presión internacional sobre Israel para detener la creciente cifra de muertes en Gaza continúa aumentando. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que Gaza ha alcanzado un punto de quiebre y que una crisis humanitaria ha envuelto a la población debido a los intensos ataques israelíes en el sur.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, señaló una brecha entre las intenciones declaradas por Israel de proteger a civiles y el aumento de muertes en el terreno. Sin embargo, horas antes, Blinken afirmó que no se puede permitir un número de bajas similar en Gaza y el norte.
Mientras tanto, los ataques aéreos y terrestres israelíes continúan de manera incesante en el norte y sur de Gaza, elevando la cifra de muertos a más de 17,000 gazatíes. La crisis humanitaria se agrava debido al bloqueo, generando escasez de agua, alimentos, combustible y medicinas en la región.
A pesar de la creciente preocupación internacional, Israel defiende sus acciones y sostiene que la presión militar sobre Hamas es necesaria para garantizar la seguridad y la liberación de rehenes. Estados Unidos justificó su veto alegando que un alto el fuego inmediato sembraría las semillas para futuros conflictos, ya que Hamas no busca una paz duradera.
La ONU advierte sobre la escalada de la crisis en Gaza, con un riesgo serio de inanición y hambruna. Los hospitales en la región están saturados, y el sistema de salud está al borde del colapso total. La comunidad internacional enfrenta una disyuntiva mientras la tragedia humanitaria se profundiza en Gaza.