La Organización Mexicana de Porcicultores (Opormex) logró detener las importaciones de carne de cerdo proveniente de Brasil, tras obtener un amparo a su favor. Esta medida ha generado lamentaciones por parte de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), que argumenta el cumplimiento de las leyes sanitarias de ambas naciones por parte de las empresas sudamericanas.
A principios de año, el gobierno mexicano autorizó las importaciones de carne de cerdo desde Brasil con la intención de diversificar proveedores y reducir precios en el mercado local. Sin embargo, la Opormex expresó desde el principio su oposición, alegando que la apertura carecía de rigurosidad sanitaria y generaba competencia desleal para los productores mexicanos.
Hasta la fecha, Brasil ha exportado 23 mil toneladas de carne de cerdo a México, con un valor de 57.7 millones de dólares. Aunque representa solo el 2 por ciento de las importaciones totales de proteína de cerdo de México, la medida tiene implicaciones comerciales y podría aumentar las importaciones desde Estados Unidos, afectando los precios para los consumidores mexicanos.
Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), advierte que cerrar la frontera al cerdo brasileño podría enviar una señal negativa y resultar en un aumento de las importaciones desde Estados Unidos.
Ante el bloqueo impuesto por los tribunales mexicanos, la ABPA asegura que colaborará con el gobierno brasileño para proporcionar toda la información necesaria y restablecer el flujo de envíos de carne de cerdo a México. Destaca que los productores brasileños cumplen con las normas sanitarias requeridas para el comercio internacional.
Es importante destacar que ambas naciones han seguido los procedimientos establecidos y no se han reportado problemas sanitarios en los envíos de carne de cerdo brasileña. La situación resalta la complejidad de las relaciones comerciales en el ámbito agroalimentario y la importancia de la sanidad en el comercio internacional de productos cárnicos.