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El creciente flujo migratorio en la frontera entre Arizona y México ha desencadenado un llamado urgente a la acción por parte de demócratas, quienes exigen al presidente Joe Biden el envío de soldados y recursos para abordar la situación. El cierre de un importante puerto fronterizo desde diciembre ha exacerbado la crisis, y políticos, incluidos demócratas, han solicitado el despliegue de la Guardia Nacional para restaurar la normalidad.
Los senadores de Arizona, Mark Kelly y Kyrsten Sinema, han urgido a la Casa Blanca a enviar la Guardia Nacional a Lukeville, un puerto fronterizo cerrado desde el 4 de diciembre. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza reasignó su personal para abordar los crecientes procesos migratorios, lo que llevó al cierre del puerto.
La gobernadora demócrata Katie Hobbs lanzó el operativo Secure para destinar más recursos estatales y reforzar la seguridad fronteriza, con el objetivo de lograr la reapertura del puerto de Lukeville. La medida busca abordar la crisis humanitaria y preservar la seguridad y el comercio en Arizona.
Los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza revelan un aumento del 140% en las detenciones de migrantes en el sector de Tucson, que incluye a Lukeville, durante octubre y noviembre de 2023. Contrabandistas utilizan Lukeville para dejar a migrantes que buscan entregarse a la Patrulla Fronteriza y solicitar asilo.
La gobernadora Hobbs ha instado a la Casa Blanca a asignar más personal, enviar a la Guardia Nacional y reembolsar más de 512 millones de dólares gastados por Arizona en operaciones fronterizas. La situación también ha afectado la economía local y ha generado frustración entre los agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes se sienten desmotivados por la falta de recursos para abordar la crisis.
