La independencia judicial es esencial, aunque “puede resultar incómoda para aquellos que no obtienen un fallo a su favor”, afirmó Jorge Mario Pardo Rebolledo, presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, durante el informe de labores de la Primera y Segunda Sala.
Pardo Rebolledo subrayó que la independencia judicial “actúa como un faro que orienta a los jueces hacia la protección inquebrantable de nuestra constitución”, destacando su papel fundamental en la promoción de la equidad, la imparcialidad y el respeto de los derechos para todos.
En el transcurso de este año, la Primera Sala ha enfrentado desafíos significativos, demandando adaptación y mejoras para cumplir con su compromiso de garantizar la justicia y el respeto a los principios fundamentales.