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Al emprender su camino como escritora, José Emilio aconsejó a Cristina Pacheco que enfrentara las críticas y desafiara las limitaciones salariales propias de la labor literaria.
El legado de Cristina Pacheco, quien partió el jueves 21 de diciembre, dejó una duradera impresión en el México contemporáneo. Aunque forjó una carrera periodística destacada en los medios de comunicación nacionales, la reconocida presentadora de “Aquí nos tocó vivir” comenzó su viaje literario sin revelar su identidad al firmar sus primeros trabajos.
La destacada protagonista de Canal Once y autora de las columnas memorables “Mar de historias” para La Jornada confesó en una entrevista con Ezra Shabot que, en sus primeros días como periodista y escritora, le faltaba la valentía para usar su propio nombre, optando en su lugar por un seudónimo masculino.
Durante esa etapa, colaborando con la revista Sucesos, Cristina adoptó el seudónimo “Juan Ángel Real”. Este secreto lo compartió con su esposo, José Emilio Pacheco, quien la alentó a abandonar el anonimato y a abrazar su verdadera identidad literaria.
En sus palabras, Cristina recordó: “José sabía de mi pasión por escribir. Durante nuestras conversaciones, él me aconsejó: ‘Es perfecto que desees escribir, pero estás cometiendo dos errores. Firmas con un seudónimo masculino. Si deseas ser honesta, comienza por afirmar: soy yo quien está escribiendo’.”
José Emilio le instó a no temer las críticas ni el modesto salario que podría recibir como escritora, marcando así el inicio de su exitosa carrera literaria.
Cabe destacar que la unión entre José Emilio y Cristina, presentados por Carlos Monsiváis, otra figura emblemática de las letras mexicanas, fue un vínculo profundo. Tras conocerse, decidieron vivir juntos, convencidos de la química que compartían en sus diálogos.
En sus días cotidianos, cada uno dedicaba tiempo a escribir en su propio estudio. Cristina compartió que José Emilio siempre fue su mejor crítico y espectador. Se casaron cuando ella aún era estudiante, y en su matrimonio, dieron vida a Laura Emilia y Cecilia Pacheco.
“Fueron compañeros durante cincuenta y tres años. Nos llevó todos estos años construir un mundo único (…). Era como navegar en un barco con él. Fue un viaje hermoso”, expresó Cristina en una entrevista con EFE.
Tras la partida de José Emilio, Cristina enfrentó el desafío de vivir sin él, aunque su presencia persistía en sus escritos.
La hija de la pareja, Laura Emilia Pacheco, al conmemorar la vida de su madre, describió la pérdida como “una cosa horrible”. Lamentó que Cristina se fuera sin una despedida adecuada, reflexionando sobre la naturaleza impredecible de la vida.
Con el fallecimiento de Cristina Pacheco, su legado perdura, y su hija Laura Emilia honra la memoria de una figura fundamental en la cultura mexicana.
