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En un sorprendente hallazgo, se revela que los chimpancés más próximos pueden recordar los rostros de sus amigos y familiares durante períodos que abarcan desde años hasta, en casos excepcionales, décadas.
La destacada revista científica Science ha compartido los resultados de una investigación de las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), que expone un caso notable protagonizado por una chimpancé llamada Louise. Esta primate logró reconocer a su hermana y sobrino en una imagen, a pesar de no haberlos visto en asombrosos 26 años. Se destaca que Louise, siendo un bonobo, pasó la mayor parte de su vida en un santuario alejada de sus parientes, lo que pudo influir en su excepcional capacidad de reconocimiento.
La investigación, llevada a cabo en colaboración con 26 chimpancés bonobos de zoológicos y santuarios en Europa y Japón, reveló que estos primates pueden almacenar recuerdos faciales de amigos y familiares durante largos periodos. Este hallazgo desafía la creencia previa de que la memoria a largo plazo es una característica única de los humanos y plantea la posibilidad de que otros animales también posean una capacidad de memoria sorprendente.
El estudio se basó en una metodología que consistía en mostrar a los primates fotografías de las caras de dos simios colocados uno al lado del otro en una pantalla durante tres segundos. Al utilizar tecnología de seguimiento ocular no invasiva, los investigadores identificaron las reacciones de los chimpancés ante las imágenes, observando un aumento significativo en el tiempo de atención cuando se mostraban fotografías de individuos conocidos en comparación con rostros desconocidos.
Los resultados, fundamentados en el análisis de la atención focalizada de los primates, indicaron que los chimpancés y bonobos dedicaron entre un 11% y un 14% más de tiempo a mirar los rostros de simios con los que tenían una conexión previa, ya sea amistosa o familiar.
Este estudio revela que los primates, al igual que otros animales notables como delfines, elefantes y perros, pueden mantener vínculos emocionales a lo largo del tiempo, desafiando nuestras percepciones sobre la capacidad de la memoria en el reino animal.
