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Las festividades navideñas desencadenaron condiciones de mala calidad del aire en al menos seis zonas metropolitanas del país, donde se declararon precontingencias ambientales, instando a la población a evitar actividades al aire libre. Las áreas afectadas comprenden la Ciudad de México, el Corredor Industrial de Guanajuato (Irapuato, Celaya y Salamanca), el Valle de Toluca y la zona metropolitana de Santiago Tianguistenco en el Estado de México, la zona metropolitana de Puebla y Mexicali, Baja California.
Este deterioro ambiental se atribuye a la quema de pirotecnia, fogatas y al incremento en la movilidad vehicular que caracterizan las celebraciones navideñas. La noche del 24 y la madrugada del 25 de diciembre marcaron un aumento significativo en estas actividades en las urbes mencionadas.
La capital del país amaneció con una calidad del aire desfavorable en siete de sus 16 alcaldías, alcanzando niveles muy malos en una de ellas, Iztapalapa. Los contaminantes predominantes fueron partículas PM10 y PM2.5. A pesar de persistir condiciones adversas hasta pasando el mediodía, la calidad del aire comenzó a mejorar, evitando así la necesidad de declarar una contingencia ambiental.
En Guanajuato, el Corredor Industrial experimentó niveles extremadamente altos de contaminación atmosférica según los informes de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial estatal. En Salamanca, la estación de monitoreo Nativitas identificó una concentración de partículas PM10 de 320 microgramos por metro cúbico de aire, superando el límite establecido por la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA1-2021 de 70 microgramos en un período de 24 horas.
Las partículas PM10, al ser inhaladas, pueden causar daño pulmonar al adherirse a la mucosa pulmonar. Estas partículas, que miden una milésima parte de un milímetro, se originan en el hollín, metales pesados y algunos minerales.
En el caso de Celaya, dos estaciones de monitoreo registraron concentraciones de 193 y 239 microgramos por metro cúbico de aire de partículas PM10, mientras que en Irapuato, el promedio fue de 200 en dos de las tres estaciones disponibles.
Las autoridades respondieron activando la fase de precontingencia ambiental, instando a la población a refugiarse en sus hogares, evitar actividades físicas al aire libre y mantener cerradas las ventanas. Algunos parques públicos, como el Irekua, el área verde más extensa de Irapuato, se cerraron temporalmente al público.
En el Estado de México, el Gobierno estatal implementó la Fase I del Programa para la Atención de Contingencias Ambientales Atmosféricas en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca y la de Santiago Tianguistenco, ambas al poniente de la Ciudad de México. Esto se debió a concentraciones de hasta 134 microgramos por metro cúbico de partículas PM2.5, que son más perjudiciales por su menor tamaño y capacidad para penetrar fácilmente en los pulmones.
Las concentraciones máximas permitidas para las partículas PM2.5 son de 41 microgramos por metro cúbico de aire en un promedio de 24 horas.
La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del estado informó mediante un comunicado que también se registraron valores máximos de 204 y 131 microgramos por metro cúbico de partículas PM10.
En Puebla, la Red Estatal de Monitoreo Atmosférico detectó concentraciones de hasta 150 microgramos de partículas en el aire desde el domingo pasado. Las autoridades de Salud recomendaron a grupos susceptibles, como niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, evitar la exposición al aire libre, aconsejando a la población en general limitar las salidas de espacios cerrados.
En el norte del país, Mexicali, Baja California, experimentó la peor calidad del aire, con concentraciones de hasta 500 microgramos por metro cúbico de partículas PM2.5 entre la noche del 24 y la madrugada del 25 de diciembre. Según el sistema de monitoreo local llamado Redspira, estas concentraciones fueron las más altas del año para la capital de Baja California. La Dirección de Protección al Ambiente aconsejó a la población evitar actividades al aire libre y permanecer en espacios interiores debido a la peligrosidad de las concentraciones de partículas para la salud.
