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En un análisis exhaustivo, el destacado académico José Luis Vásquez Costa, vinculado a la Universidad Iberoamericana (UI), resalta que el reciente aumento al salario mínimo no traduce automáticamente en una mejora sustancial en la situación financiera de la clase trabajadora. Vásquez Costa sostiene que estos ajustes tendrán repercusiones proporcionales en los impuestos a pagar por los trabajadores.
Según el coordinador académico de las Licenciaturas en Finanzas, Contaduría y Dirección de Negocios, este incremento afectará a aquellos trabajadores que anteriormente no estaban sujetos al Impuesto Sobre la Renta (ISR), ya que ahora se verán obligados a pagarlo.
Adicionalmente, señala que el aumento afectará a los empleados registrados en el Seguro Social, dado que el incremento salarial conlleva un aumento en las cotizaciones, resultando en una mayor retención para los trabajadores.
Vásquez Costa destaca que el verdadero beneficio para los trabajadores se materializará cuando el gobierno logre estabilizar los precios de los productos básicos en el mercado. “Cuando el gobierno pueda garantizar que los precios de la tortilla o la gasolina no aumenten, entonces realmente vamos a ver un beneficio en la economía del país”, subraya el académico.
Desafíos para los trabajadores y las empresas
El experto advierte que una parte significativa de los incrementos salariales se verá absorbida por los impuestos. Insta a los trabajadores a ser cautelosos en la gestión de sus gastos, priorizando aquellos esenciales y adoptando una postura restrictiva en otros.
En cuanto a las empresas, Vásquez Costa subraya el riesgo para las pequeñas y medianas empresas, que se enfrentarán a mayores gastos, no solo en salarios directos, sino también en prestaciones adicionales, como aguinaldos. Menciona que algunos negocios podrían tener dificultades para cubrir estas cuotas y podrían reducir su plantilla de trabajadores como respuesta.
Perspectivas para el 2024 y soluciones propuestas
Anticipando el aumento del salario mínimo a partir del 1 de enero de 2024, el académico prevé un impacto directo en las tasas de impuestos, con un subsidio al empleo menor y una retención de impuestos más alta. Señala que el verdadero beneficio se verá reflejado en las prestaciones, como el pago de la prima vacacional y aguinaldos.
Vásquez Costa propone que para romper este ciclo vicioso, es crucial abordar otros elementos, como los costos de materias primas y energéticos. Argumenta que la colaboración entre el gobierno y las empresas, con acuerdos para realizar cambios, podría conducir a una mejor posición económica para todos.
Críticas a la agenda política y llamado a un cambio integral
El académico critica la agenda política actual, sugiriendo que los aumentos salariales se enfocan más en mantener el poder que en generar beneficios reales. Cuestiona la falta de políticas públicas centradas en el crecimiento de las familias y la distribución desigual de recursos en áreas como educación y salud.
Además, señala que los aumentos salariales podrían contribuir al crecimiento de la informalidad laboral, ya que algunas empresas no pueden cubrir todas las prestaciones. Advierte que los impuestos pueden contrarrestar los beneficios salariales cuando no son lo suficientemente altos.
Perspectivas hacia una mejora integral
En lugar de centrarse exclusivamente en incrementos salariales, Vásquez Costa propone mejorar las condiciones generales y reducir la dependencia de la importación de bienes y tecnologías. Destaca que este cambio hacia la producción interna y la generación de materias primas podría conducir a una economía más estable y beneficiosa para todos los sectores. Concluye instando al gobierno a ajustar sus políticas para lograr una situación económica más favorable, subrayando la necesidad de acciones concretas por parte de las autoridades y las empresas.
