El icónico Puente de Brooklyn, erigido el 24 de mayo de 1883, ha sido durante más de un siglo un símbolo monumental que une dos de las metrópolis más destacadas del mundo. Pese a su prominencia, la historia de aquellos que contribuyeron a su planificación y construcción ha permanecido en gran medida en las sombras.
Entre esos héroes olvidados se encuentra Emily Roebling, cuya narrativa fue explorada en un episodio de la aclamada serie “La edad dorada” de HBO, que retrata la vida en Nueva York a finales del siglo XIX, centrándose en la clase media y alta.
En el quinto episodio de la segunda temporada, interpretada magistralmente por Liz Wisan, Roebling asume un papel secundario. Sin embargo, la trama televisiva apenas rasca la superficie de su contribución al majestuoso puente que se alza sobre el Río Este. Vamos a adentrarnos en su fascinante historia.
La Intrépida Emily Roebling
Emily, inicialmente conocida como Emily Warren, nació en Cold Spring, Nueva York, el 23 de septiembre de 1843. Dotada con conocimientos poco convencionales para una mujer de la época, incluyendo historia, francés, álgebra y astronomía, conoció al ingeniero especializado en puentes, Washington Roebling. En 1865, contraen matrimonio.
Juntos emprendieron viajes a Europa, donde Emily absorbió conocimientos sobre la construcción de puentes. Este bagaje fue crucial cuando se involucró activamente en la edificación del Puente de Brooklyn, una empresa que prometía ser un hito sin precedentes para Estados Unidos.
Después de que Washington contrajera el síndrome de descompresión, una enfermedad misteriosa que lo dejó inmovilizado, ciego y sordomudo, Emily emergió como la líder de la construcción, convirtiéndose en la tercera al mando tras la muerte de su suegro debido al tétanos.
El proceso de construcción, que se extendió por más de 14 años, vio a Emily enfrentarse al sexismo, la corrupción política y de contratistas, y la presión para desterrar a su familia del proyecto. Su astucia y valentía fueron cruciales para el éxito del proyecto.
Legado y Desafíos Superados
Finalmente, Emily Warren Roebling, a sus 56 años, cruzó el puente en su inauguración, llevando consigo un gallo como símbolo de progreso y prosperidad. En 1899, se graduó en derecho en la Universidad de Nueva York, donde abogó por la igualdad de género en su ensayo “Discapacidades de una esposa”, proponiendo la eliminación de leyes discriminatorias.
El 28 de febrero de 1903, Emily Roebling falleció a causa de cáncer de estómago, pero su legado perdura. Una mujer que desafió las adversidades, dejó su impronta en la historia y abogó por la igualdad de género en una era donde tales ideas eran revolucionarias.