Argentina cerró el año 2023 con una inflación del 211.4%, marcando la peor medición en los últimos 32 años. La variación mensual de los precios en diciembre alcanzó un 25.5%, el nivel más alto desde febrero de 1991. Estos datos, divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), reflejan el impacto de la devaluación del 54% de la moneda y las medidas de ajuste implementadas por el presidente ultraderechista, Javier Milei, quien asumió la presidencia el 10 de diciembre.
Durante su primer mes en el cargo, Milei anunció una serie de medidas económicas, incluida una devaluación del 54.2% del tipo de cambio oficial, lo que tuvo un impacto inmediato en los precios. La inflación anual de Argentina ahora supera incluso la de Venezuela, situándose como la más alta de América Latina y consolidando al país como uno de los que enfrentan mayores desafíos inflacionarios en el mundo.
En diciembre, los rubros con mayores incrementos fueron bienes y servicios (32.7%), salud (32.6%), transporte (31.7%), y equipamiento y mantenimiento del hogar (30.7%). El sector más afectado fue alimentos y bebidas no alcohólicas (29.7%), destacándose el aumento en los precios de carnes, pan y cereales.
Milei, conocido por sus políticas ultraliberales, implementó medidas de austeridad para abordar el déficit de las finanzas públicas, reduciendo los subsidios a las tarifas de energía y transporte. Además, se paralizaron obras de infraestructura financiadas por el Estado y se derogaron leyes que regulaban los alquileres, permitiendo que estos se fijen en dólares.
A pesar de que la inflación de diciembre quedó por debajo de las proyecciones del presidente, quien había anunciado un 30%, Milei lo calificó como un “éxito tremendo”. En este contexto, el banco central argentino anunció la circulación de billetes de 10 mil y 20 mil pesos, siendo una medida para hacer frente a la escalada de precios.