La reina Margarita II de Dinamarca ha abdicado después de 52 años en el trono, dando paso a una nueva era con su hijo, Federico X, como el nuevo monarca del país. La ceremonia de abdicación tuvo lugar durante una reunión del Consejo de Estado, donde Margarita firmó la declaración formal de su retiro, convirtiendo a Federico en el rey y a su nieto, el príncipe Christian, en el heredero.
A sus 83 años, Margarita II, la única mujer reinante en el mundo y la monarca más longeva de Dinamarca y Europa, ha pasado a la historia al ser la primera jefa de Estado en abdicar en el país en 900 años. La ceremonia fue sencilla pero emotiva, marcando el fin de un reinado que comenzó tras la muerte de su padre, Federico IX.
La reina, ataviada con un traje color frambuesa, firmó los documentos de abdicación en la última reunión del Consejo de Estado que presidió. Después, su hijo Federico X ocupó su lugar en la mesa del Consejo, mientras que el príncipe Christian se convirtió en el heredero. La ceremonia incluyó un breve paseo de la reina por las calles de Copenhague en carruaje, seguido por el Consejo de Estado y la firma formal de la abdicación.
La decisión de Margarita de abdicar sorprendió a muchos, ya que no se esperaba, y se produce después de un discurso televisado en Año Nuevo donde expresó su deseo de dejar el trono debido a consideraciones personales y de salud. La abdicación marca un hito en la monarquía danesa, donde no es común que los monarcas renuncien voluntariamente al trono.
Federico X, quien antes de la abdicación viajó a las antípodas para reunirse con su familia, se enteró solo tres días antes del anuncio oficial de la decisión de su madre. La nueva etapa del reinado comenzó con Federico X a la cabeza y su hijo, el príncipe Christian, como heredero, marcando el inicio de una nueva generación en la monarquía danesa.