#Arévalo Desafía Obstáculos y Asume la Presidencia de #Guatemala

César Bernardo Arévalo de León juró como presidente de Guatemala en las primeras horas de este lunes, enfrentando más de ocho horas de demoras provocadas por tácticas dilatorias del denominado “pacto de corruptos” en el Congreso saliente. El retraso generó protestas en las calles y una declaración conjunta de líderes extranjeros presentes en la inauguración. Arévalo, de 65 años, asumió la presidencia tras meses de enfrentar una intensa persecución judicial debido a su compromiso de combatir la corrupción en la élite político-económica del país centroamericano.

La toma de posesión, que debía realizarse a más tardar a las 16:00 del 14 de enero según la Constitución guatemalteca, se vio obstaculizada por las maniobras del Congreso. Después de cinco horas de receso, la sesión se reanudó para juramentar a los 160 diputados del nuevo Congreso, minutos antes de las 8 de la noche.

Antes de la juramentación, el Congreso saliente, controlado por conservadores, aprobó que los 23 diputados del Movimiento Semilla, al que pertenece Arévalo, asumieran como independientes, limitando sus posibilidades de liderar comisiones de trabajo. La tensa discusión culminó con la elección de Samuel Pérez, de Semilla, como presidente del Legislativo.

En medio de la parálisis, líderes internacionales, incluidos Gustavo Petro de Colombia, Gabriel Boric de Chile y Rodrigo Chaves de Costa Rica, expresaron su respaldo a Arévalo. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, hizo un llamado al Congreso para que cumpliera con su mandato constitucional y entregara el poder al presidente electo.

La situación desencadenó protestas en los alrededores del Congreso, con grupos de campesinos denunciando un intento de golpe de Estado. A pesar de los obstáculos, Arévalo contó con un amplio respaldo popular en las urnas y el apoyo de manifestantes indígenas y campesinos.

Arévalo, hijo del ex presidente Juan José Arévalo, ha prometido una “primavera” en su gobierno, evocando los proyectos inclusivos de los gobiernos de su padre y de Jacobo Árbenz. A pesar de los desafíos, su llegada al poder marca un hito en la lucha contra la corrupción en Guatemala.

Autor Eduardo Martinez

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