A pesar de los 25 años de operaciones del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), la diputada de Morena, Martha Ávila, señala la persistencia de resistencias a las políticas de austeridad en la institución. La resistencia se refleja en los salarios elevados de consejeros y directivos, así como en prácticas de favoritismo que han perdurado. Aunque el IECM cuenta con la certificación ISO de la Organización de Estados Americanos (OEA), Ávila sostiene que actos que buscan preservar privilegios aún prevalecen dentro de la institución.
Se destaca que seis de los siete consejeros reciben salarios mensuales superiores a los del presidente Andrés Manuel López Obrador, a pesar de que la ley prohíbe que ningún funcionario público en el país tenga un salario mayor al del mandatario federal. Además, continúan existiendo casos de familiares de consejeros ocupando puestos importantes, lo que la diputada considera una práctica que va en contra de los principios de austeridad.
Martha Ávila insiste en la necesidad de profundizar los cambios y aboga por la aprobación del llamado “plan B” a nivel nacional, que implica concentrar todas las atribuciones electorales del país en una sola institución sin órganos locales. Esto, según la diputada, eliminaría gastos innecesarios, duplicidades de funciones y burocracia excesiva en las autoridades electorales.
En respuesta, el consejero del IECM, Mauricio Huesca, rechaza las acusaciones de resistencia a las nuevas políticas. Señala que con la ley de austeridad se han eliminado prestaciones y gratificaciones, reduciendo un 30% las remuneraciones totales. También destaca que una tercera parte de los recursos asignados al IECM se destinan a los partidos, y defiende que la institución ha elaborado sus presupuestos basándose en programas y actividades certificados por la OEA, desvinculándolos de situaciones inventadas.