En un audaz movimiento, la Fuerza Aérea de Ucrania anunció la exitosa destrucción de dos aviones rusos sobre el estratégico mar de Azov, marcando un golpe contundente en una región bajo el control de Rusia. Entre las víctimas se encuentra el primer avión de reconocimiento ruso en casi dos años de conflicto. Esta zona, crucial por su conexión con el mar Negro, ha permanecido bajo el dominio de los invasores desde el inicio de la invasión en 2022 y la anexión ilegal de Crimea en 2014.
El comandante en jefe del ejército ucraniano, Valeri Zaluzhny, expresó su agradecimiento por la “operación perfectamente planificada” en la región del mar de Azov. El impacto de la inutilización de estas aeronaves podría repercutir en los ataques de misiles por parte del régimen ruso contra Ucrania. A pesar de la falta de información del Kremlin, la Fuerza Aérea ucraniana afirmó inicialmente haber derribado dos aviones rusos, incluyendo un Beriev A-50 y un Ilyushin Il-22.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, remitió las preguntas sobre el incidente al Ministerio de Defensa, evitando proporcionar detalles. Aunque Ucrania indicó que ambos aviones fueron alcanzados, la Fuerza Aérea precisó que el Il-22 logró aterrizar en Anapa, al sur de Rusia, aunque con daños significativos. El portavoz Yuri Ignat afirmó que los daños son irreparables, compartiendo una imagen del avión gravemente afectado y reportando heridos.
Estos aviones desempeñan funciones críticas en inteligencia, identificación de objetivos y coordinación de tropas. Si se confirma la destrucción del A-50, valuado en 330 millones de dólares, sería la primera vez que Ucrania derriba este tipo de aeronave. Mientras la confirmación oficial rusa se espera, la victoria ucraniana destaca la capacidad de Kiev para enfrentar y neutralizar activos aéreos clave en la disputada región del mar de Azov.