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Ha sido condenado a 90 cadenas perpetuas consecutivas.
Patrick Crusius, un individuo de 24 años, recibió su castigo por el asesinato de 23 personas en un Walmart en agosto de 2019. Esta sentencia representa un paso importante para la comunidad de El Paso, aunque aún existe la posibilidad de que el asesino sea condenado a muerte en un juicio estatal separado, cuya fecha está pendiente.
Después de un largo proceso de cuatro años, durante el cual se descubrió que Crusius condujo más de 1,000 kilómetros hasta la ciudad fronteriza desde su hogar cerca de Dallas, finalmente se hizo justicia. El acto de odio que perpetró en el supermercado, que era frecuentado tanto por residentes de El Paso como por personas de Ciudad Juárez, en México, se ha convertido en uno de los casos más relevantes de crímenes de odio en la historia de Estados Unidos.
Al recibir su sentencia en una prisión de máxima seguridad en Colorado, donde se encuentran algunos de los criminales más peligrosos del país, Patrick Crusius permaneció impasible según la agencia AP. Durante el juicio, los familiares de las víctimas tuvieron la oportunidad de enfrentarlo directamente. Algunos exigieron respuestas sobre qué motivó a este joven de 21 años a cometer un acto tan atroz que también dejó a 22 personas heridas. La ira se apoderó de muchos cuando no obtuvieron las respuestas que esperaban, aunque algunos familiares tuvieron la valentía de perdonar al asesino cara a cara.
El nuevo juicio estatal, que ha sido pospuesto debido a la renuncia de la fiscal a cargo, se espera que comience en octubre o noviembre bajo la supervisión del fiscal de distrito Bill Hicks. La Fiscalía de Texas buscará la pena de muerte para Crusius en este caso adicional, en el que se espera que sea entregado a las autoridades estatales.
El juez David Guaderrama permitió que 13 familiares de las víctimas confrontaran al asesino durante el juicio, lo cual generó dos días de intensa emoción. Cada uno de ellos relató cómo el odio de Crusius cambió sus vidas para siempre. Algunos buscaron respuestas y trataron de comprender qué llevó a este joven a cometer este acto de violencia sin sentido, mientras que otros expresaron su perdón hacia él.
Uno de los familiares, Amaris Vega, dejó claro que el intento de Crusius de eliminar a los hispanos en El Paso había fracasado. Enfrentó al asesino con determinación, recordándole que la comunidad latina sigue presente y no se irá a ninguna parte. Estas palabras resonaron en la sala y fueron recibidas con aplausos.
Las historias personales de las víctimas han dejado una profunda huella en la comunidad. La tragedia de los Anchondo, quienes murieron protegiendo a su bebé en el supermercado, conmovió a todos. El padre de Jordan Anchondo, Paul Jamrowski, expresó su dolor y cuestionó si la sentencia realmente brinda justicia. Mientras tanto, otros familiares, como Thomas Hoffman y Stephanie Melendez, confrontaron al asesino con palabras de enojo y desprecio, recordándole el daño irreparable que causó a sus seres queridos.
Crusius, antes de llevar a cabo el ataque, difundió en Internet un manifiesto en el que expresaba su creencia en la teoría del reemplazo, una idea popular entre los movimientos racistas y supremacistas en Estados Unidos. Sus palabras reflejaban su aversión hacia la “invasión hispana” y su intención de deshacerse de personas. Durante el juicio, se encontró con un votante de Donald Trump, quien le cuestionó si dormía tranquilo por las noches y si se arrepentía de sus acciones. Aunque Crusius permaneció en silencio, asintió con la cabeza.
La condena de 90 cadenas perpetuas consecutivas representa un paso adelante en la búsqueda de justicia para las víctimas de la masacre racista de El Paso. Aunque el proceso legal continúa y la posibilidad de una pena de muerte aún está presente, la sentencia actual ha brindado un alivio a la comunidad y ha permitido a los familiares enfrentar al asesino y expresar su dolor y perdón.
