En una impresionante muestra de resistencia, los sindicatos argentinos llevaron a cabo este miércoles una masiva huelga general y protestas contra las reformas impulsadas por el gobierno ultraliberal de Javier Milei, marcando así el primer desafío significativo a su agenda económica.
La manifestación, convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), congregó a decenas de miles de personas en todo el país, abarcando diversos sectores como aceiteros, periodistas, trabajadores de la cultura, hospitales, ciencia y organizaciones barriales, de derechos humanos, entre otros. Portando carteles con consignas como “la patria no se vende”, “No al apagón cultural” y “Ciencia o terraplanismo”, expresaron su rechazo a las reformas propuestas por Milei.
Durante el acto central frente al Congreso nacional, el sindicalista Pablo Moyano lanzó una advertencia contundente al ministro de Economía, Luis Caputo. Moyano hizo referencia a un comentario previo de Milei, quien, en sus escasos 45 días en el gobierno, sugirió que si la inflación en enero fuera inferior al 30%, Caputo debería ser “paseado en andas”. Este intercambio generó tensiones entre el gobierno y los sindicatos.
Las medidas de ajuste propuestas por Milei incluyen cambios significativos en el régimen laboral, limitando el derecho de huelga y afectando la financiación de los gremios. Estas reformas, parte de un extenso paquete legislativo que busca revolucionar el sistema económico argentino, enfrentaron una firme oposición de los trabajadores.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, catalogó a los organizadores de la protesta como “sindicalistas mafiosos” y denunció la resistencia de “jueces cómplices y políticos corruptos”. Sin embargo, los sindicatos reiteraron su llamado a la dignidad y principios, instando a los diputados a no traicionar a los trabajadores ni a la doctrina peronista.
La protesta no se limitó a Argentina, con actos de solidaridad en ciudades como Madrid, Montevideo, Londres, Berlín y París. La mayor aerolínea del país, Aerolíneas Argentina, se unió a la huelga, cancelando todos sus vuelos y generando inconvenientes para los viajeros.
A pesar de contar con un respaldo inicial de la población, las medidas de ajuste de Milei han generado una creciente oposición. La sociedad civil argentina, altamente organizada, ha demostrado una fuerte movilización contra las reformas propuestas. Los desafíos aumentan para el gobierno, que busca contener una inflación anual récord del 211% y enfrenta una disminución en la aprobación de su gestión.