Mathilde: el gigantesco objeto astronómico rico en carbono que se encuentra en el Sistema Solar.

En el vasto Cinturón de Asteroides, donde numerosos objetos rocosos orbitan alrededor del Sol, se encuentra el impresionante asteroide 253 Mathilde. Con una longitud de 52 kilómetros, es uno de los más grandes del Sistema Solar y ofrece valiosos conocimientos sobre los inicios de nuestro sistema planetario.

253 Mathilde está construido a partir de cuatro imágenes adquiridas por la nave espacial Near Earth Asteroid Rendezvous. 27 de junio de 1997.  NASA

Descubierto en 1885 por Johann Palisa en Austria, este colosal asteroide sigue intrigando a los astrónomos contemporáneos. Su tamaño y composición lo convierten en una especie de cápsula del tiempo que revela información sobre las etapas iniciales del Sistema Solar.

253 Mathilde es uno de los objetos más destacados del Cinturón de Asteroides, una región situada entre Marte y Júpiter que separa a los planetas rocosos de los gaseosos. Su órbita alrededor del Sol dura 4.3 años y su rotación sobre su propio eje lleva 17.4 días, un ritmo lento para un asteroide.

Lo más interesante para los científicos contemporáneos es la composición de 253 Mathilde, clasificado como asteroide de tipo C. Según la NASA, esto significa que está compuesto principalmente de roca rica en carbono y ha experimentado pocos cambios en los últimos 4,500 millones de años. Esta característica lo convierte en un testigo invaluable de los procesos de formación planetaria en el Sistema Solar. Además, su alta concentración de carbono hace que refleje muy poca luz solar, lo que dificulta su detección.

Se estima que este gigantesco asteroide refleja solo el 4% de la luz solar que incide sobre él, lo que lo convierte en uno de los objetos más antiguos y oscuros del Sistema Solar.

¿Existe el riesgo de que Mathilde colisione con la Tierra? Aunque la NASA esperaba una forma más regular, los científicos atribuyen sus deformaciones a colisiones con otros asteroides en el área entre Marte y Júpiter. La cantidad de cráteres en Mathilde es asombrosa y sugiere que ha sufrido múltiples impactos a lo largo de su historia. Además, su baja densidad lleva a la teoría de que podría ser un conglomerado de material suelto en lugar de una roca sólida.

Afortunadamente, dado que Mathilde se encuentra a una distancia de entre 50 y 375 millones de kilómetros de la Tierra y tiene una órbita estable, es poco probable que impacte nuestro planeta en el futuro cercano. Sin embargo, sigue siendo objeto de estudio y fascinación para los astrónomos que desean desentrañar los misterios de nuestro Sistema Solar.

Autor Jesús Ramirez

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