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Por tercer año consecutivo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pronostica una fuerte sequía para el estado de Hidalgo en el presente año. Según la evaluación, la región más afectada será el norte y noroeste del territorio, lo que hace necesario restringir el acceso al agua para usos humanos, agrícolas y ganaderos, según destacó Rubén Pérez Ángeles, presidente de la Asociación Mexicana de Hidráulica Sección Hidalgo.
Pese a evitar un tono alarmista, Pérez Ángeles subrayó la importancia de la advertencia, indicando que la Conagua basa sus estimaciones en tecnología y que los pronósticos actuales, disponibles en su sitio web oficial, no son optimistas. La probabilidad de lluvias es baja, y el cambio climático complica las adaptaciones, afectando a los habitantes del planeta.
En las regiones norte y noroeste, como la Sierra y la Huasteca, se prevé una sequía severa con escasas posibilidades de lluvia. Ante esta situación, es imperativo tomar medidas para asegurar el suministro, especialmente a través de fuentes superficiales como manantiales y ríos. En casos extremos, podría haber una disminución en el suministro, e incluso existe el riesgo de ver secarse estos recursos, advirtió Pérez Ángeles.
En el ámbito agrícola, se insta a los productores a tomar decisiones estratégicas, evaluando si siembran según las prácticas habituales o si adoptan medidas preventivas para evitar pérdidas. Asimismo, los ganaderos son aconsejados a reducir el número de animales, ya que la falta de lluvias afectaría el crecimiento del pasto necesario tanto para forraje como para consumo animal.
Para otras zonas del estado, como el sur y sureste, la ausencia de lluvia implica una falta de recarga de los acuíferos, obligando a extraer agua a mayores profundidades y enfrentando la amenaza de escasez.
En este contexto, se hace un llamado a la población para que conserve el recurso natural y evite su desperdicio, ya que, de confirmarse el pronóstico, las consecuencias serían inevitables.
