En medio de una crisis climática que plantea desafíos significativos para la producción agrícola y ganadera, especialmente con la sequía afectando al trigo, maíz y frijol, y ante la desaparición de la Financiera Rural por parte del gobierno federal, grupos del crimen organizado están ofreciendo créditos a productores agrícolas en estados como Jalisco, Zacatecas y Durango.
Líderes de pequeños productores, que prefieren mantenerse en el anonimato por seguridad, indican que en el sector agrícola, numerosas parcelas quedan sin cultivar debido a la presión de distintos grupos criminales, forzando la migración de agricultores. Algunos, sin embargo, optan por aceptar los préstamos ofrecidos.
En ciertas regiones, se reporta que los grupos criminales cobran por la crianza de ganado, estableciendo una tarifa de siete pesos por kilogramo de becerros al destete, equivalente a aproximadamente 240 días de edad, lo que se traduce en un pago de hasta mil 400 pesos por cabeza de ganado.
Los productores argumentan que la presencia de la delincuencia organizada se extiende prácticamente por todo el país, y ante la ausencia de financiamiento oficial después de la desaparición de la Financiera Rural, los productores agropecuarios buscan recursos en grupos criminales.
“Cuando enfrentamos necesidades, acudimos a los gobiernos; sin embargo, en situaciones emergentes, debemos aferrarnos a cualquier recurso para subsistir”, señala un líder campesino.
Este fenómeno de los grupos criminales infiltrándose en el campo es una realidad que avanza, según el líder campesino, quien hace un llamado a los sectores productivos a mantenerse al margen.
Algunos productores se defienden y rechazan los créditos ofrecidos por el narcotráfico, ya que cuentan con Uniones de Crédito que les proporcionan financiamiento de la banca privada y del FIRA, un Fideicomiso del Banco de México.
“Todos los programas de apoyo para la producción de granos han desaparecido, así como la tecnificación del agro. Hay un abandono total del campo, y hacemos un esfuerzo para poder sembrar”, afirma otro productor.
Los agricultores anticipan dificultades financieras para el ciclo otoño-invierno actual debido a la sequía y la falta de políticas públicas que aseguren rentabilidad para el productor.
“Los agricultores de Chihuahua, Sonora, Sinaloa, el Bajío, y Tamaulipas son los responsables de la producción de granos para el consumo nacional, deben considerarse como sectores de seguridad nacional”, subraya.
En estados donde la presencia de grupos criminales está bien documentada, no solo en el tráfico de drogas, sino también en la extorsión, los agricultores enfrentan la presión que impulsa la migración y la disminución de áreas cultivadas, aumentando la emigración hacia zonas urbanas o incluso a Estados Unidos.