En un inusual acto de protesta, dos activistas pertenecientes al colectivo “Riposte Alimentaire” lanzaron sopa al icónico cuadro de la Mona Lisa en el Museo del Louvre de París.
La pintura del siglo XVI de Leonardo da Vinci, reconocida como una de las obras maestras más emblemáticas del mundo, se encuentra resguardada detrás de un cristal a prueba de balas, lo que reduce significativamente el riesgo de daños. El incidente fue capturado en un video que se difundió a través de las redes sociales, mostrando a los activistas con camisetas que llevaban la inscripción “Riposte alimentaria” mientras arrojaban sopa al famoso cuadro.
En un acto de desafío, los manifestantes se posicionaron frente a la obra de arte, reclamando el derecho a una “alimentación sana y sostenible” y criticando el estado del sistema agrícola. Las autoridades de seguridad del museo reaccionaron rápidamente colocando pantallas negras frente a los activistas antes de evacuarlos de la sala.
Este acto de provocación artística se suma a la serie de eventos que han puesto a la Mona Lisa como blanco de activistas en el pasado. Desde que fue dañada por un visitante con ácido en la década de 1950, el cuadro ha estado protegido por cristales de seguridad. En 2019, el museo instaló un vidrio a prueba de balas más transparente para garantizar una mayor protección.
París también ha sido escenario de protestas de agricultores en los últimos días, quienes exigen medidas para combatir el aumento de los costos del combustible y la simplificación de las regulaciones. Estos manifestantes, bloqueando carreteras clave de entrada y salida de la ciudad, han puesto de manifiesto la creciente tensión en la capital francesa.
La Mona Lisa, robada en 1911 y posteriormente recuperada, sigue siendo objeto de controversia y ahora, una vez más, se convierte en el foco de atención de una inusual expresión de protesta.