La agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) ha confirmado la calificación de la solvencia de la deuda de México y ha previsto un período de estabilidad económica durante la transición presidencial y más allá. S&P argumenta que la prudencia en la gestión macroeconómica se mantendrá durante los próximos dos años, independientemente del contexto internacional, incluyendo las elecciones de junio y el cambio de administración.
Las condiciones macroeconómicas estables, con un crecimiento del PIB previsto superior al 3% en 2023, respaldado por la demanda interna y la moderación de la inflación, allanan el camino para las elecciones nacionales de junio y la llegada de una nueva administración en octubre.
S&P cree que la próxima administración continuará con políticas macroeconómicas cautelosas y presentará un presupuesto para 2025 que reduzca el déficit público proyectado para 2024, independientemente del resultado de las elecciones de junio. La agencia no espera avances significativos en políticas que afecten el entorno de negocios o el crecimiento económico durante este año electoral.
La calificación crediticia de México se mantiene en BBB, con perspectiva estable, lo que indica que no se prevén cambios en la calificación en los próximos dos años. S&P destaca la estabilidad política y el marco institucional de México, que han respaldado políticas fiscales y monetarias prudentes, así como un régimen cambiario flotante.
Además, S&P resalta la credibilidad de la independencia del Banco de México y su capacidad para seguir una política monetaria de metas inflacionarias, lo que ha sido clave para mantener la confianza de los inversionistas y el acceso a los mercados internacionales de capitales. Sin embargo, señala que México debe abordar desafíos como la relocalización de cadenas productivas, la seguridad energética y hídrica, la infraestructura, la mano de obra calificada y el estado de derecho para impulsar un mayor crecimiento económico.
En resumen, S&P prevé que México mantendrá la estabilidad económica durante la transición presidencial y más allá, respaldado por una gestión macroeconómica cautelosa y condiciones favorables en el país.