La inflación en Estados Unidos registró un aumento menor de lo esperado.

Según datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales este miércoles, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 0.2% en junio, lo que resulta en una tasa anual de inflación del 3%.

Esta cifra representa una disminución en comparación con el 4% registrado en mayo y está ligeramente por debajo de las expectativas que apuntaban a un 3.1%.

El nivel alcanzado es el más bajo desde marzo de 2021, lo que indica una fuerte desaceleración en comparación con el 9.1% registrado en junio de 2022.

El IPC subyacente, que excluye componentes volátiles como alimentos y energía, también experimentó una ligera disminución, con una tasa anual del 4.8% (se esperaba un 5.0%) y un aumento mensual del 0.2% (se esperaba un 0.3%).

Tras la divulgación de estos datos, los futuros de los índices europeos mostraron una recuperación, ya que la inflación en Estados Unidos se enfrió más de lo esperado.

Estas cifras eran ampliamente anticipadas, ya que podrían tener un impacto significativo en la decisión de la Reserva Federal respecto a un posible aumento en las tasas de interés.

Aunque la inflación se acerca cada vez más al objetivo del 2% establecido por la Fed, los indicadores subyacentes aún alimentan las especulaciones sobre un nuevo aumento de tasas en la próxima reunión programada para el 26 de julio, después de la pausa en su ciclo de incrementos en junio.

De acuerdo con el índice de tasas, existe una probabilidad superior al 91% de que el banco central implemente un aumento de un cuarto de punto en los costos de los préstamos en su reunión de julio.

Autor Eduardo Martinez

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