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Durante los primeros cinco meses del año, los bancos experimentaron un incremento significativo en sus ingresos por concepto de intereses, gracias a las tasas de interés más altas y al crecimiento de la cartera crediticia. Según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), los ingresos por intereses alcanzaron la cifra de 637,794 millones de pesos, lo que representa un aumento del 42.3% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Este incremento es el más pronunciado registrado desde 2002, año en que se comenzaron a llevar registros oficiales en la CNBV. Del total de ingresos por intereses, el 51.3% provino de tres instituciones bancarias: Banorte, BBVA México y Santander.
Eduardo López, analista de Grupo Financiero Ve por Más (Bx+), atribuyó este resultado al aumento de la tasa de interés del Banco de México (Banxico), que actualmente se sitúa en 11.25%. López también destacó que las perspectivas para la banca mexicana son favorables, pronosticando un buen desempeño en el resto del año.
Jorge Sánchez Tello, consultor privado independiente, señaló que el papel de la tasa de referencia es fundamental en este panorama, aunque también mencionó que las comisiones, la mayor demanda de crédito y los depósitos bancarios han impulsado los resultados del sector.
Además de los ingresos por intereses, el margen financiero de las instituciones bancarias registró un crecimiento del 15.2% en términos reales, alcanzando los 300,226 millones de pesos. Asimismo, las utilidades netas aumentaron un 18.4%, llegando a los 114,518 millones de pesos. BBVA fue el banco que más contribuyó a este resultado, seguido de Banorte y Santander.
Por otro lado, el saldo de la cartera crediticia experimentó un incremento del 4.0% en comparación con el año anterior, alcanzando los 6 billones 411 mil 147 millones de pesos. Los créditos al consumo y las tarjetas de crédito fueron los sectores que presentaron un mayor crecimiento, mientras que los créditos destinados a organismos descentralizados y entidades gubernamentales registraron retrocesos.
A pesar de estos resultados positivos, el índice de morosidad aumentó ligeramente en mayo, llegando al 2.17%, su cifra más alta en nueve meses. Sin embargo, los expertos consideran que los niveles actuales no representan un riesgo significativo para la banca, ya que la estabilidad macroeconómica y la recuperación del empleo brindan un panorama favorable.
