La refinería Olmeca se encuentra en el epicentro de un debate entre visiones divergentes sobre su futuro. Mientras Petróleos Mexicanos (Pemex) proyecta que la refinería estará operando al máximo de su capacidad tan pronto como en septiembre de 2024, la Secretaría de Energía (Sener) advierte que alcanzar su pico productivo será un proceso que se extenderá hasta el 2028.
La discrepancia entre ambas instituciones salió a la luz tras la publicación del informe “Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos 2023-2037” por parte de la Sener. Según este documento, la refinería Olmeca procesará un promedio de 205,000 barriles diarios en el 2024, distante de la cifra de 340,000 barriles diarios proyectada por Pemex para el mismo período.
El director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, reiteró recientemente que la refinería Olmeca iniciará operaciones comerciales en abril de este año, alcanzando su plena capacidad en septiembre y procesando 340,000 barriles diarios. Sin embargo, la Sener sugiere que este proceso no será tan inmediato, con previsiones que indican que la planta operará al 94% de su capacidad, procesando 320,000 barriles diarios, para el 2028.
La inversión masiva en esta refinería, estimada inicialmente en 8,000 millones de dólares, ha experimentado un aumento considerable, superando los 18,000 millones de dólares según la Secretaría de Hacienda. Este incremento en los costos ha generado preocupación sobre la rentabilidad y eficiencia de la instalación.
En cuanto al Sistema Nacional de Refinación (SNR), se proyecta que opere a un 64% de su capacidad para el 2024, con un promedio de procesamiento de crudo de 1.043 millones de barriles diarios. A pesar de los esfuerzos por modernizar y optimizar el sistema, aún queda por debajo de las expectativas, con el objetivo inicial de superar el 80% de uso de capacidad.
Además, la implementación de nuevas coquizadoras en las refinerías de Tula y Salina Cruz se enfrenta a retrasos, según el informe de la Sener. Estos equipos, destinados a convertir el combustóleo en gasolina, se espera que entren en funcionamiento en 2025 y 2026, en contraposición a las expectativas anteriores de estar operativas para fines de 2024.
El panorama energético de México está marcado por una mezcla de optimismo y escepticismo en torno a la refinería Olmeca y el SNR. Mientras que Pemex busca avanzar hacia la autosuficiencia y eficiencia energética, los desafíos operativos y financieros plantean interrogantes sobre la viabilidad a largo plazo de estas iniciativas.