Estudiantes de prestigiosas universidades de Estados Unidos están liderando protestas contra la guerra de Israel en Palestina, exigiendo a sus instituciones desinvertir en compañías que respaldan a Tel Aviv. Las manifestaciones se han extendido ampliamente y han llevado a respuestas diversas por parte de las autoridades, desde intentos de descalificación hasta represión.
En la Universidad de Columbia, profesores y estudiantes salieron en protesta después de que la rectora ordenara arrestar a más de cien estudiantes que se manifestaban pacíficamente. A pesar de las amenazas de desalojo, los estudiantes continuaron sus protestas, respaldados por una cadena humana formada por profesores.
Las autoridades universitarias, argumentando que las protestas eran antisemitas y representaban un riesgo para la seguridad, recomendaron clases virtuales y la presencia policial se incrementó en el campus.
Los manifestantes han rechazado las acusaciones de antisemitismo y violencia, señalando que muchos de ellos son judíos y que el movimiento ha sido pacífico. Consideran las acciones de los administradores como intentos de intimidación.
El presidente Biden condenó las protestas antisemitas, pero también reconoció la situación en Gaza, lo que indica una postura más equilibrada.
Las protestas estudiantiles se han extendido por todo el país, y varias universidades han convocado a la policía para arrestar o suspender a los estudiantes.
La denuncia por la complicidad estadounidense en la guerra también se ha extendido a otras instituciones y figuras prominentes, como trabajadores de Google y celebridades como Susan Sarandon y Cornel West, quienes han elogiado las acciones de los estudiantes.
Los organizadores afirman que los arrestos y expulsiones no detendrán las protestas, y han llamado a una movilización nacional en solidaridad con Gaza, acusando a los administradores de priorizar ganancias sobre vidas palestinas y la voluntad estudiantil.