En un giro sorprendente, Felipe de Jesús Gallo, líder de la Agencia de Investigación Criminal, ha proclamado a México como líder en la producción de fentanilo, un comentario que contrasta con las afirmaciones del presidente AMLO, quien ha negado la fabricación de esta droga en el país.
Mientras tanto, López Obrador insiste en que los cárteles mexicanos solo prensan el fentanilo en pastillas o lo refinan ligeramente.
Expertos coinciden en que los cárteles de México importan precursores químicos de China e India para manufacturar este opioide sintético, el cual es contrabandeado a Estados Unidos, donde causa decenas de miles de muertes por sobredosis al año y genera ingresos multimillonarios para las organizaciones criminales.
A pesar de que el consumo de fentanilo no es muy común en México, la adicción a la metanfetamina es prevalente, según los expertos.
Gallo, en una conferencia sobre drogas sintéticas, reveló que los cárteles mexicanos han industrializado la producción de metanfetamina en numerosos estados del país y ahora la exportan a nivel global.
Este auge en la producción no se limita a zonas rurales como los montes o el desierto, sino que se ha expandido a áreas urbanas como Hidalgo, Puebla y Jalisco.
Por años, se han descubierto miles de laboratorios de drogas en las afueras de Culiacán, Sinaloa, pero ahora el tráfico de metanfetamina ha alcanzado tal nivel de lucratividad y sofisticación que la droga mexicana se envía hasta lugares tan distantes como Hong Kong o Australia.
Además, los cárteles han ideado formas ingeniosas para evitar la detección de sus ganancias ilícitas.
Modelos de negocio innovadores, como el trueque, se utilizan para intercambiar precursores por metanfetaminas y así eludir el rastro del dinero, según explicó el funcionario.
Las cifras oficiales revelan la magnitud de la producción de drogas en México, como lo evidencia la reciente incautación de más de 20 toneladas de metanfetamina por parte de la Marina mexicana.
El fentanilo también es objeto de una producción significativa, aunque su volumen es menor debido a su potencia. En un operativo del año pasado, se decomisaron más de medio millón de pastillas de fentanilo en Culiacán, Sinaloa, marcando un hito en la lucha contra las drogas sintéticas en el país.
López Obrador, aunque asegura que los cárteles mexicanos no producen fentanilo, también sostiene que los mexicanos son culturalmente inmunes a la adicción a las drogas.