El inicio de la semana marcó un desempeño positivo para el peso mexicano frente al dólar, alcanzando las 16.8813 unidades por dólar. Este impulso se atribuye a la publicación de datos de empleo en Estados Unidos, que sugieren la posibilidad de un recorte en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).
La moneda mexicana registró un avance del 0.47% este lunes, consolidando tres sesiones consecutivas de ganancias ante su contraparte estadounidense. Este mes, el tipo de cambio ha experimentado un incremento del 1.43%, manteniéndose por debajo de las 17 unidades y presentando un avance del 0.50% en lo que va del año.
Los analistas señalan que la reciente apreciación del peso mexicano está vinculada a las especulaciones sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal. Ante las expectativas de posibles recortes en las tasas de interés, el mercado ha mostrado una tendencia hacia la recuperación de varias monedas, incluyendo el peso.
El informe de empleo en Estados Unidos para abril indicó una desaceleración en la creación de empleos, con cifras por debajo de las expectativas. Esta moderación en los indicadores económicos estadounidenses refuerza la posibilidad de ajustes a la baja en las tasas de interés por parte de la Fed.
Aunque el Banco de México aún no ha anunciado cambios en su tasa de interés de referencia, se espera que su decisión tenga un impacto significativo en los niveles actuales del peso mexicano. La incertidumbre persiste en torno a la posibilidad de una baja en las tasas, lo que podría ejercer presión sobre la moneda mexicana.
Mientras tanto, el dólar experimentó un ligero avance del 0.05% este lunes, con el índice de referencia DXY situándose en 105.08 puntos al cierre de la sesión. Los expertos señalan que el peso mexicano se considera en cierta medida como un “activo de refugio” entre los inversionistas, dada la relativa estabilidad de la economía mexicana y la baja probabilidad de crisis.
A pesar de la fortaleza actual del peso, los eventos geopolíticos, como el conflicto entre Irán e Israel, y las tensiones entre Taiwán y China, podrían generar volatilidad en el mercado cambiario. Además, la incertidumbre en torno al nivel de deuda de Estados Unidos y las próximas elecciones en dicho país también podrían influir en la cotización del peso mexicano en el futuro.