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Ubicada en Almoloya, la hacienda de Santiago Tetlapáyac ha sido testigo de importantes producciones cinematográficas, fusionando su riqueza cultural con el arte del cine.
Desde clásicos como “¡Que viva México!” del director soviético Sergei Eisenstein, hasta éxitos contemporáneos como “La máscara del Zorro”, esta hacienda ha sido el escenario de emocionantes historias llenas de amor, honor y aventura.
Con más de cuatro siglos de historia, la hacienda, que en sus inicios pertenecía a los cleros y posteriormente pasó a manos privadas, ha sido meticulosamente restaurada, conservando su esplendor y esencia. Su imponente estructura, que incluye una capilla del siglo XVII dedicada al apóstol Santiago, refleja la rica herencia religiosa y cultural de la región.
La hacienda se ha convertido en un punto de referencia para la industria cinematográfica, atrayendo a cineastas de todo el mundo por sus encantadoras locaciones y paisajes pintorescos. Desde la filmación de “¡Que viva México!” en 1931, que abordó los problemas sociales del México porfirista, hasta la producción de la telenovela de época “Amor Real” en 2003, la hacienda ha sido un escenario emblemático para contar historias cautivadoras.
Más allá de su valor histórico y su importancia en el cine, la Hacienda de Santiago Tetlapáyac es un símbolo vivo de la riqueza cultural de Hidalgo y un recordatorio de la fascinante historia de México, inmortalizada a través del arte cinematográfico.
