El Instituto Nacional Electoral (INE) ha lanzado una convocatoria urgente para cubrir 818 vacantes de capacitadores y supervisores. Este personal es crucial para la operación de casillas y la captura de datos para los sistemas de resultados y tendencias electorales.
Aunque las vacantes representan solo un pequeño porcentaje del total de la plantilla, el INE ha emitido 1,311 convocatorias sin éxito, casi el doble de las de 2018. Esto refleja la dificultad para encontrar personal dispuesto a trabajar en el INE bajo las condiciones actuales.
En la sesión del Consejo General, tanto la presidenta Guadalupe Taddei como Martín Faz, responsable de las comisiones unidas de Capacitación y Organización, afirmaron que no se trata de una crisis para la jornada electoral del 2 de junio, pero reconocieron la urgencia de resolver la situación.
Después de las elecciones, se analizarán las causas de esta problemática. Algunos partidos de oposición atribuyen la situación a los recortes presupuestales aplicados al INE. Además, los salarios no competitivos y la naturaleza eventual y sin prestaciones de los empleos también complican la contratación.
Martín Faz planteó cuatro posibles soluciones: contratar a capacitadores de los organismos públicos locales (Ople), utilizar la lista de reserva de estos organismos, que los capacitadores locales asuman parte del trabajo nacional, y como última opción, movilizar personal de oficinas centrales y de las vocalías locales y distritales del INE, e incluso trabajadores de los módulos de atención ciudadana.
A pocos días de la elección, el INE ha logrado cubrir el 97.4% de los funcionarios de casilla, de los cuales el 95% ya ha sido capacitado. Además, el 63% de las mesas han realizado simulacros y el 96% ha garantizado a los ciudadanos requeridos.
Uuc-kib Espadas destacó que, además de los problemas presupuestales, algunos solicitantes fueron presionados respecto a su supuesta afiliación partidista, lo que provocó que el INE se causara daño a sí mismo. Espadas señaló la división interna del consejo y criticó tanto a sus compañeros como a su propio desempeño.
La consejera Humphrey defendió el proceso de selección como un mandato legal que prohíbe la militancia de los capacitadores. Por su parte, el consejero Jaime Rivera criticó a Espadas por sus comentarios, cuestionando su profesionalismo y compromiso con su rol en el consejo electoral.