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El período de altas temperaturas conocido como canícula, caracterizado por la sequía y la escasez de lluvias, se avecina nuevamente este verano. Este fenómeno, que puede durar hasta 40 días, se espera que haga su entrada en escena después del solsticio de verano, programado para el 21 de junio, según los expertos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Se proyecta que la canícula empiece a principios de julio, específicamente el día tres.
Este período ardiente, que se extiende a lo largo de julio y agosto, se manifiesta con temperaturas abrasadoras y una marcada disminución de las precipitaciones. Aunque su duración suele alcanzar los 40 días, la intensidad y el tiempo varían según la región, señalan los informes.
Para mitigar los efectos adversos de esta ola de calor en la salud de las personas, se recomienda mantener una adecuada hidratación, aplicar protector solar, evitar la exposición prolongada al sol y utilizar protección como gorras o sombreros. Es crucial tomar estas precauciones para salvaguardar el bienestar durante esta temporada extenuante.
