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Una vez más, el viernes 31 de mayo, trabajadores de la Refinería Miguel Hidalgo, ubicada en Tula, levantan la voz en protesta en la entrada principal del complejo petrolero. Esta acción representa la segunda manifestación de la semana en este lugar.
Alrededor de 3 mil 800 empleados se congregan para expresar su descontento, argumentando que desde hace aproximadamente 18 meses no se les provee de vestimenta adecuada ni botas de calidad. Además, denuncian la escasez de insumos como herramientas y equipo de protección.
Portando pancartas con mensajes claros, los manifestantes demandan el cumplimiento de la cláusula 73, la cual garantiza el suministro de ropa de trabajo y botas. Este reclamo es crucial para garantizar la seguridad y eficiencia de las labores realizadas en el complejo petrolero, ubicado en la carretera federal Jorobas-Tula, en la zona limítrofe entre Tula y Atitalaquia.
Los trabajadores afectados, tanto de planta como transitorios, así como aquellos pertenecientes a empresas contratistas, enfatizan la importancia de este reclamo, que involucra a casi cuatro mil empleados.
En relación con la entrega de indumentaria y calzado, los manifestantes explican que, según lo acordado, deberían recibir ropa nueva cada dos meses y botas de calidad cada seis meses. Sin embargo, esta práctica no se cumple, resultando en la entrega de botas de baja calidad.
Además de las carencias en cuanto a vestimenta y calzado, los trabajadores señalan la falta de pago del aumento salarial del 1.38% correspondiente al período de enero a julio del presente año. Asimismo, denuncian la existencia de plazas bloqueadas en la empresa.
En última instancia, los trabajadores resaltan que la deficiencia en la provisión de herramientas y equipo de protección ha sido una problemática persistente en la refinería durante un largo periodo de tiempo.
