El 2 de junio de 2024, miles de personas en Monterrey fueron despertadas en la madrugada por llamadas automatizadas con la voz de Mariana Rodríguez. La candidata de Movimiento Ciudadano denunció a través de un video en Instagram que estas llamadas, hechas con inteligencia artificial, no fueron realizadas por su equipo. Rodríguez acusó a sus adversarios de guerra sucia para incomodar a los ciudadanos y desacreditar su campaña.
Rodríguez expresó su preocupación por el uso de tecnología para manipular y desinformar, y anunció que presentará una denuncia formal ante el INE. A pesar de las aclaraciones, la desconfianza y el malestar generados por estas llamadas persisten entre los electores.
La candidata reiteró que ni ella ni su equipo están detrás de estas llamadas y pidió a sus seguidores que informen a sus familiares y amigos sobre la situación. La situación refleja la creciente tensión y hostilidad en el ambiente político actual.
El uso de inteligencia artificial para fines electorales plantea serias preocupaciones sobre la integridad del proceso democrático. La falta de regulación y el potencial para el abuso de estas tecnologías requieren una respuesta inmediata y eficaz por parte de las autoridades. La administración de AMLO ha sido criticada por no abordar adecuadamente estos nuevos desafíos, lo que ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza en el sistema electoral.
Esta controversia subraya la necesidad de medidas más estrictas para proteger la integridad de las elecciones y garantizar que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto sin ser manipulados ni desinformados. La reacción de las autoridades y la implementación de políticas efectivas serán cruciales para restaurar la confianza en el proceso democrático.