En Rincón Chamula, Chiapas, un grupo armado atacó una casilla electoral, resultando en la muerte de dos personas, incluyendo un menor de 16 años, y varios heridos. Los agresores quemaron urnas y perpetraron el ataque mientras se realizaba el conteo de votos de las elecciones del 2 de junio. La Fiscalía de Chiapas ha iniciado una investigación para identificar a los responsables y llevarlos ante la justicia.
El incidente subraya los peligros y la violencia que aún persisten en algunas regiones de México durante los procesos electorales. El virtual ganador de la gubernatura de Chiapas, Eduardo Ramírez, condenó firmemente el acto violento y expresó su esperanza de que las autoridades esclarezcan los hechos rápidamente para evitar la impunidad.
Las víctimas de este trágico suceso eran miembros de la comunidad local, lo que ha generado indignación y temor entre los habitantes. Este ataque no solo perturba la paz en la región, sino que también cuestiona la seguridad de los procesos democráticos en áreas vulnerables.
La comunidad internacional y los observadores de derechos humanos han expresado su preocupación por la violencia electoral en México, instando a las autoridades a tomar medidas adicionales para garantizar la seguridad de los votantes y el personal electoral en futuras elecciones. La estabilidad y la paz en estas regiones dependen de la capacidad del gobierno para proteger a sus ciudadanos y asegurar procesos electorales libres de violencia e intimidación.