La #Chalupa ¿#Pachuqueña o #Poblana?

El pasado 13 de mayo, el Cabildo de Pachuca tomó una decisión que ha generado un intenso debate en el ámbito gastronómico: la chalupa pachuqueña fue oficialmente designada como el platillo representativo de la capital hidalguense. Este nombramiento, aprobado por unanimidad, también estableció el 25 de abril como el Día de la Chalupa, con el propósito de preservar este antojito y fomentar el turismo gastronómico en la ciudad conocida como la Bella Airosa.

La rica y diversa gastronomía de Puebla, famosa tanto a nivel nacional como internacional por sus dulces de camote y platillos emblemáticos como el chile en nogada, ha sido sorprendida por esta declaración de Pachuca. La noticia rápidamente generó controversia en redes sociales, donde los habitantes de Pachuca y Puebla defendieron fervorosamente la autenticidad de la chalupa como un platillo típico de su región.

En redes sociales se pudieron leer numerosos comentarios defendiendo la tradición culinaria poblana: “Habrá guerra, tomaremos las armas para defender el platillo icónico de Puebla”, “Las chalupas son de Puebla, todo el mundo lo sabe”, y “Puebla tiene las mejores chalupas de todo el país”. Estas reacciones reflejan la pasión con la que se vive este debate.

Para entender mejor las diferencias entre las chalupas de ambas ciudades, es útil describir las características de cada versión:

Chalupas de Puebla

• Base: Tortilla pequeña de maíz, generalmente frita.
• Ingredientes: Salsa verde o roja, cebolla picada, carne deshebrada (pollo o res) y, ocasionalmente, queso.
• Presentación: Se sirven en porciones individuales, cada chalupa tiene una salsa y carne específica.

Chalupas de Pachuca

• Base: Tortilla pequeña de maíz, similar a la de Puebla, pero a menudo más gruesa y frita hasta quedar crujiente.
• Ingredientes: Salsa, usualmente verde, pollo deshebrado, lechuga, rábano y queso fresco.
• Presentación: Se sirven en porciones individuales o por órdenes.

Esta designación de la chalupa pachuqueña no solo busca reconocer un platillo local, sino también promover el turismo y la gastronomía de la región. Sin embargo, queda claro que la controversia está lejos de resolverse, ya que ambas ciudades continúan defendiendo su versión del platillo con gran pasión y orgullo.