El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tras una confrontación violenta con policías en Palacio Nacional. Durante su conferencia mañanera, AMLO advirtió que entregaría un costal de piedras a los miembros de la CNTE, señalando que arrancaron piedras de las banquetas para lanzarlas durante la protesta.
López Obrador enfatizó la necesidad de protestas pacíficas y afirmó que su gobierno no reprime ni viola derechos humanos. Sin embargo, mencionó que infiltrados provocaron disturbios, instando a los maestros a luchar pacíficamente por sus causas.
El presidente destacó la importancia del diálogo, anunciando una reunión con la CNTE para discutir sus demandas. También elogió el reinicio de clases por parte de la Sección 9 de la CNTE, subrayando el apoyo de la ciudadanía a los maestros que regresan a las aulas.
Este incidente pone de relieve las tensiones entre el gobierno y los movimientos sindicales, cuestionando las estrategias de manejo de conflictos y la capacidad del gobierno para mantener la paz social sin recurrir a la violencia o la represión. La respuesta de AMLO, aunque condena la violencia, también refleja un desafío constante para equilibrar la crítica y la negociación con los grupos disidentes.