El reciente ataque nocturno de Rusia contra la ciudad portuaria de Odesa ha dejado un saldo trágico de un muerto y 22 heridos, además de causar graves daños a la infraestructura civil y a importantes monumentos arquitectónicos del centro histórico de la ciudad. Odesa, considerada patrimonio mundial de la UNESCO, ha sufrido pérdidas significativas en su legado arquitectónico, incluyendo la icónica Catedral de la Transfiguración, que fue restaurada en 2007.
El jefe de la administración militar regional, Oleg Kiper, denunció que los misiles disparados por las fuerzas rusas apuntaron deliberadamente al centro histórico de Odesa, una zona protegida por la UNESCO. Los ataques se dirigieron de manera intencionada a 25 monumentos arquitectónicos de gran valor histórico y cultural, lo que ha generado un profundo pesar entre la comunidad internacional.
El Ayuntamiento de Odesa también reportó que el ataque, que incluyó 19 misiles, resultó en daños a más de cuarenta edificios, incluyendo cinco centros preescolares. Esta devastación ha afectado significativamente a la vida de los ciudadanos y ha conmocionado a la comunidad local e internacional.
Las autoridades ucranianas y la UNESCO se encuentran evaluando los daños y considerando medidas para preservar y reconstruir el patrimonio arquitectónico de Odesa. Esta trágica situación destaca la importancia de proteger y preservar la riqueza cultural de las ciudades y resalta la urgencia de buscar una solución pacífica y sostenible a la crisis en curso.