El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha señalado a Carlos Ahumada como responsable de su pérdida de registro, argumentando que una demanda millonaria presentada por el empresario impidió al partido obtener los créditos necesarios para competir en las elecciones.
José Ángel Ávila, representante del PRD ante el Instituto Nacional Electoral (INE), explicó que el embargo de propiedades del partido debido al litigio con Ahumada limitó severamente su capacidad de financiamiento. Esta situación dejó al PRD sin recursos para hacer frente a la campaña electoral.
La Comisión de Fiscalización del INE ha nombrado a Ricardo Badín Sucar como auditor encargado de supervisar la liquidación del partido. Esta medida es consecuencia de que el PRD no logró alcanzar el 3% de los votos requeridos para mantener su registro.
El litigio con Ahumada, que se remonta a varios años atrás, ha sido un factor crítico en la disminución de los recursos del PRD. El empresario reclama una deuda millonaria que, según el partido, ha comprometido sus finanzas y su operatividad.
El PRD ha insistido en que esta situación refleja una injusticia y ha afectado su capacidad para competir en igualdad de condiciones con otros partidos políticos. La pérdida del registro representa un golpe significativo para el partido, que fue una de las principales fuerzas políticas de izquierda en México.
La liquidación del PRD implica la disolución de su estructura partidaria y la distribución de sus bienes para pagar las deudas pendientes. Esta fase será supervisada por el INE para asegurar que el proceso se realice de manera transparente y conforme a la ley.
Este conflicto entre el PRD y Carlos Ahumada resalta las dificultades financieras y legales que enfrentan los partidos políticos en México, y cómo estas disputas pueden afectar su viabilidad y existencia en el panorama electoral del país.