El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha impuesto un toque de queda debido a la amenaza de la tormenta tropical Alberto. La medida, vigente desde las 22:00 horas del miércoles 19 de junio hasta las 12:00 horas del jueves 20 de junio, busca proteger a la población de las lluvias torrenciales y vientos fuertes que se esperan. La tormenta, que tocará tierra entre Tamaulipas y Veracruz, podría causar inundaciones y daños significativos. Solo se permitirá la operación de hospitales, refugios y albergues.
La declaración del toque de queda ha generado diversas reacciones entre la ciudadanía. Muchos residentes expresan su preocupación por la intensidad de la tormenta y las posibles consecuencias. Las autoridades han instado a la población a mantenerse en sus hogares y seguir las indicaciones oficiales para minimizar riesgos.
El sistema de protección civil de Nuevo León ha sido activado para coordinar las acciones de emergencia. Se han establecido puntos de apoyo y distribución de suministros en áreas estratégicas para asistir a los afectados. Las escuelas y oficinas gubernamentales han suspendido sus actividades como medida preventiva.
La tormenta Alberto es la primera de la temporada en afectar significativamente a la región. Los meteorólogos advierten que las condiciones climáticas podrían empeorar en las próximas horas, aumentando el riesgo de desastres naturales. Se recomienda a la población mantenerse informada a través de los canales oficiales y prepararse adecuadamente para enfrentar la emergencia.
El impacto económico de la tormenta también es motivo de preocupación. La suspensión de actividades y el posible daño a la infraestructura podrían afectar la economía local. Las autoridades están evaluando planes de contingencia para mitigar estos efectos y apoyar a las comunidades afectadas.